Adecuar posturas al lento ingreso del sueño
y en él aguardar
desplazado del mundo
el beso de tu voz desesperadamente
labios o palabras
cauce o ascensión
no hallo la paz sino adosada al clamor
que dulce y frágil transmites
vibrante tu aliento a golpes por mi rostro
como catarata rugiente desafiando un vacío
como máscara
ocultando pesares
cegando las heridas
el rumor es continuo
aunque brumas voraces me ataquen el ánimo
subyugado a tus dotes la enfermedad es exigua
descendente
y a veces
única forma de aniquilarse definitivamente.
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