manos de escarnio sonidos del tiempo pedazos de azul y montones de barro se integra se traga se aduce se clama los tornos del miedo afilando sus goznes placeres de engaño motivos sin dueño la vida te ha hecho imposible el descanso me tiro me pliego me acojo me enredo en simulacros del tiempo te busco te miro te amo imploramos la vida nos hace de hierro de mieles de acero de escarnio...

te busco te precio y te miento a la fuerza te arañas el cuerpo después de saberlo no hay trato ni abrazo ni brisa ni entendimiento lados contrarios gimiendo en silencio tu pelo largo mi cabello nublado tus labios rojos mi boca estrujada tu silueta y mi cansancio la verdad es sólo astillas en lo triste del invierno no me hables ni me mires sólo deja pasar el tiempo no me engañes ni me enciendas porque yo te busco yo te precio yo te miento para darte los motivos de que me quieras sin remedio

te quiero y te busco entre el lodo urbano entre las rendijas de pasión que otorga la noche te dejo mi señuelo dormido en la ventana el ruido me exaspera me dicta los derroches de angustia que padezco te quiero y te enseño a vivir entre metales entre los nervios retorcidos de años sin descanso te anhelo acurrucado en el suelo de mi casa la vida ya ha pasado tengo la ingrata sensación de haber perdido lo constante sin saberlo te quiero y te pueblo a veces sin pretenderlo

el vientre de metal que arrojó a la vida la carne entre algodones el ruido de los golpes de la sangre en el cerebro la quietud que se evapora y se torna angustia el ciclo de los años que aprieta como soga y la estancia que se alarga sin premio sin motivo el vientre de metal que apostó por el amor y se encuentra con los días que el tedio es insistente las manos que se tuercen los ojos que se nublan las piernas que cojean los dientes que mastican la rabia antepasada y el vientre de metal que augura nuevos tiempos

la noche me da lo que el día me quita y hay mas día que noche como hay más polvo que arena estancado en la luz que me puebla sin tregua la acción me descentra y me llena la lengua de esparto y de clavos la noche me da lo que tú me has quitado y me vengo abajo como niño enclaustrado doliente indefenso pequeño ignorado intento cegarme mas rayos de espanto me llenan de acero me agacho me escondo doblego mi imagen no quiero la lucha ni el ruido ni el tiempo ni voces ni anhelos ni fuegos ni bromas ni la luz que me resta lo que de noche me queda recuerda cariño la noche me da lo que tú me negaste...