25.7.04

el vientre de metal que arrojó a la vida la carne entre algodones el ruido de los golpes de la sangre en el cerebro la quietud que se evapora y se torna angustia el ciclo de los años que aprieta como soga y la estancia que se alarga sin premio sin motivo el vientre de metal que apostó por el amor y se encuentra con los días que el tedio es insistente las manos que se tuercen los ojos que se nublan las piernas que cojean los dientes que mastican la rabia antepasada y el vientre de metal que augura nuevos tiempos

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