de blanco me esperas hundida en la arena
de lleno
mortales tus ojos
de brillo
en anhelos
suspiro en mi adentro las horas rizadas
puñales en tiempo
las formas pequeñas que tiemblan de miedo
de blanco la noche
inclinada
genuina
doliente
mi piel es austera y tu vida…
me esperas

Adecuar posturas al lento ingreso del sueño
y en él aguardar
desplazado del mundo
el beso de tu voz desesperadamente
labios o palabras
cauce o ascensión
no hallo la paz sino adosada al clamor
que dulce y frágil transmites
vibrante tu aliento a golpes por mi rostro
como catarata rugiente desafiando un vacío
como máscara
ocultando pesares
cegando las heridas
el rumor es continuo
aunque brumas voraces me ataquen el ánimo
subyugado a tus dotes la enfermedad es exigua
descendente
y a veces
única forma de aniquilarse definitivamente.

Una arteria se rompe
sangrante
quebrada corriente hacia la cima ignorada
temor intuido
aparatosa fisura en carne dulce a veces
inclasificado peligro
desconocido
gemir impaciente hasta agotar la cordura
o impedir con las uñas que el dolor se disgregue
no existe la mente
niebla
apariencia
sólo el cuerpo anudado sobre gélido acero

palabras
estados
conciencia
bloquea
la nada en tu boca
la voz
promedia
me dices
me retas
navajas enteras
escupes
cenizas
aliento
sonido
me quema
no frenes
no huyas
dispara
procrea
el loco es el tono
verdades a medias
te fluye
y me arrastras
te parte
las piernas
me callo
tremendo
me muerdo la lengua
respiro
me quiebro
palabras son vendas

mar inapropiado para el sosiego
dunas azules de una furia encrespada
brisa ausente
calma enemiga
la indocil turba de olas
recubre con sus manos la densa mañana
un grito aparece
se mece en las crestas
y de piedra es el pecho
que encuentra en la acallada arena
pecho varado por culpa de la tormenta
rostro desfigurado
presa del miedo
permanecer para siempre bajo la ingrata marea
lecho inutil para esperar compañia
donde admitir que el sexo
es vano
vacio
lamina inmensa de voces torcidas
añorando la estancia de dulces caricias

montañas
alcance
rozando enterezas
imagen
asciendo en verdades
escalo en jauría
senos
muslos
inscribo mis pilares
nombres
interiores
maraña
antídoto de males

viene y se va
como los miedos
practica en su morada la bóveda celeste
clava y se va
como punzadas
doliente sensación no tener lo que se quiere
incita y se va
como mujeres
atrapo la mitad sin ver lo que retiene
golpea y se va
como combate
me fío de su palabra sin saber que miente
besa y se va
como el amante
ambigua soledad en que perderme
viene y se va
como viaje
como siempre

anoche en las dunas
ahora en los restos
marfil pegajoso incrustado en los ojos
sin ver lo que ocurre al lado
nosotros
el dios que no vela
la noche que aguanta
tenaces las lanzas alcanzan los rostros
sin ver lo que pasa al lado
nosotros
los libros ardiendo
el rumor calcinado
las vendas insisten
nosotros
dolosos

espero en la arena
tu risa
tu rostro
sembrando el deseo que acaba en insomnio
tú
que me llamas con hilos de prendas
rosario de días
me miras
te siento
enganche AZULADO
y litros de espuma
llanura de cuerpos
a mar abierto

he de calmar los riegos de la mente
percibir las nubes recostado en la mañana
olvidar el movimiento
ataque imperativo de noches de salitre
he de conjugar la piel y los alcoholes
el ansia
el sin dominio
restarme a las heridas que gritan bajo tierra
disparos de unas horas gastadas como cebo
la luz que me saluda
brío
gesta
la inmanencia
he de hacer los nudos que me esperan
soltarlos cuando quiera
y atar con ellos el rostro
sonrisa
contorno
gesto
palabra
impulso
dependencia
he de amar
y pronto
romper con la impaciencia que ataca desde afuera

la altura me somete a cadenas
no amor
no instante
me cubren las nubes camino de verte
te oigo
y te extraño
te miro
lejano
la luna fue un día hogar para niños
mayor
fatigado
alcanzo las manos y toco tu cuerpo
enredado
no quiero la altura por culpa de estrellas
no quiero la luz que nace sin dueño
no quiero ese abismo que rozan los hombres
no quiero
y te escribo por ver como besas
no quiero
y te digo lo bella que sientes
no quiero
y me muero de ganas
tenerte

en lodos
en sangres
en nubes
diluye esta roca sucio reproche
en campos
en piedra
en inviernos
se mece la lengua en ritmos ajenos
en venas
en cruces
en sables
aguanta los golpes cobardes
en cables
en vicios
en tierra
mueres
te vences
indefensa

me lo das todo
lo cojo
me atraviesas con rosas
y yo colmado
difundo tu rostro por nieves y campos
enseñas
inquietas
muerdes cadenas
liberado
que gastas
que añades
que prendes
eso
lo atrapo
me lo das todo
incorporo
la magia de un guiño
el beso
mirada
regalos
te quedas vacía
me lleno en tu alcance
trasvase
canal
desembocados

escribo en tu espalda
los nombres de niña
que quiero
que espero
con tinta de flores
con letra insistente
si me das una vida te prometo el cielo
tu piel es brillante
mi mano inconciliable
cierra los ojos y espera el momento
reposas inmensa
pechos
labios
cadera
mi cuerpo aproxima su miedo
y fundo
y trasciendo
modelo
y creas
y estallas
escrito tu seno

no sé a qué se debía
pero el ansia de la lluvia dominaba los conductos
imaginamos una quiebra
un regreso
inclemencias
tanta agua y el sol reseco
tanta luz y la luna chorrea
no es tiempo de perecer en los hierros
contracorriente
instante
no sé a qué se debía
pero la herida que dejó sabe a estaño y miedo
pasó por encima
demoliendo
inveterado
y los restos se amontonan como campo descuidado
no sé a qué se debe
pero verte tan azul me trae recuerdos inflamados

investiga el hierro y la herida lo que vendrá fluir
consecuencia verdad no digas agua se desmorona
se agrieta se expande de rodillas quizás lo que venga
sea metal morder como niños defenestrar y la vida se
cuela regueros el hilo que fue a la mar lo que vendrá
respira despacio lo que vendrá el hierro y la herida los
textos se quiebran la voz no me cuentes el final...

cadencia
las palabras
dormidas sin rubor
pestañas que se cierran
tristes
lisas
como dolor
almohadas de silencio
de noche
soledad
materia de la nada
blanca escribe intimidad
pecado de ser libre
labios
lengua
voz
fatalidad

la guerra ya ha empezado
en la arena
en los astros
concéntricos los ojos
amargan
aturden
no hay descanso
son flechas adornadas con tintes de amapola
son balas
son fusiles
disparos
un cuerpo tendido sobre agua en retirada
un vicio
un dolor
interceptados
un pecho que recibe la lanza como amiga
suicidio
temblor
ahonda en sus pecados
no hay paz para el cielo dormido
no hay puente
no hay brisa
no hay vida en lo terrible de ver los nombres destrozados

que bailes para mí
con tu ropa envenenada
que llenes de tus ojos
la vida
el enredo
canciones sin cautela para noches en ascenso
que llegue la inercia
que tire
incesante
penetre nuestras carnes
que me digas lo que quemas
o que incidas en los labios
yo te espero
encadenado
y te cojo de las manos como dándote alfileres
que me mires
llueve
que avanzamos
duele
en la curva no trazada del deseo y de los años

nadar
en la corriente
causando alteraciones
emblema de mi cuerpo
sujetando los placeres
inmerso
y extendido
en el agua de tus ojos
trenzando
el curso de tu río quebrar sin remisiones
llorar
o arrinconarse
divisar un cauce
engullirte lentamente
como nunca
como nadie

destrozo de años
por morder extasiados las ruinas del tiempo
amor asfixiado
circulas en venas de ecos pasados
maría me lleva por ríos
por lagos
y ata con fuerza recuerdos
pedazos
me quito la venda
suspiro
proclamo
te escucho
te añoro
deshago
lo dulce es amargo
la lluvia despojo
tu risa
tu pecho
de azul es la lengua que pide tus labios

perífrasis de la existencia doblar la vida y encontrar el vacío

estructuras cada uno de ellos te miente involucrar al otro de

noche y en silencio el lenguaje muestra su rostro azul como

todos ellos el lenguaje es azul y tu lengua se tiñe nombrar

piedra

puente

lleno

MARÍA

apuestas
y engendros
conductos sin dueño
salidas
y puertas
dormidas
descenso
buscar lo sencillo
nadar entre abismos
la vida es la nada
la luz en tu pelo
amores
y ríos
puñales
y viento
la noche es instante
la voz
sufrimiento
cansados los niños
voraces adultos
arriesga
y designa
el próximo infierno

he reconstruido
los días
las letras
las hojas
tu imagen
he dormido
noches de deseo
trenzas de tu verbo
he calmado
he vencido
la voz
que como rayo
anegaba mis sentidos
he llorado
láminas de tiempo
he vertido
te he encontrado bajo sábanas de fuego
mirada invencible
contactos eternos
la música
ilumina
camino
abierto

los nombres
las dichas
el ansia
el ingenio
perfectos sonidos
mar adentro
los torsos
las lunas
carencia
dispersos
las bocas
las huellas
pasión
signos enfermos
penetran
inflaman
desconectan
las cosas
el rostro
y los dientes
mordiendo
el vacío
que dejan los cuerpos

navaja que te inquieta
lenta
agónica
despierta
navaja por tus manos descubriendo la entereza
abriendo lo recluso
libre desamor
libre tristeza
del mundo la rutina
y de tus ojos nace piedra
intensa
azul
rebatidora
se clava en tu carne
como viaje
como senda
no hay luz
no hay voz
no hay sangre
sólo ruina
sólo pena
sólo choque de metales

...y en tus ojos la marca
que me otorga el camino
la palabra
la brisa
la apuesta
el designio
ambulantes los dioses
moraron tu cuerpo
destellos
clamores
alcoholes
destinos
capaz prometeo
altero la senda inviolada hace tiempo
y fluyo
y desciendo
y agarro tu vida
como saco de misterio

Es más, a medida que avanza el proceso económico hacia la terminación de los productos y hacia los servicios de comercialización y gestión a ellos vinculados, nos encontramos con que sistemáticamente la valoración monetaria por unidad de producto crece en mucha mayor proporción que el coste físico y monetario de los procesos. Lo cual explica en buena medida la paradoja que supone que, mientras esa economía de la física que es la termodinámica salda todos los procesos con pérdidas físicas, la economía lo hace con ganacias monetarias. Esta tendencia general que hemos denominado la "Regla del notario" [Naredo, J.M. , 1991 ] y [Valero, A. , 1991 ] se ejemplificaría de la siguiente manera en un caso tan vinculado a las presentes reflexiones como es la construcción y venta de un inmueble. Primero se excavan los cimientos y se obtienen los materiales de construcción (ladrillos, hierro, cemento...) mediante actividades muy costosas en energía y escasamente retribuidas, se va construyendo y rematando el edificio con actividades menos costosas y mejor retribuidas, hasta que finalmente se culmina el proceso formalizando la venta del inmueble en la mesa del notario en la que éste y el promotor obtienen elevadas retribuciones sin incurrir en coste físico alguno. Evidentemente las personas y los países tratan de desplazarse hacia actividades con alto "valor añadido" y bajo coste físico, pero sólo unos pocos lo consiguen. Lo significativo a los efectos de la presente reflexión es que los notarios y los promotores, están en las ciudades, al igual que casi todas las actividades mejor retribuidas. Por lo que existe una marcada asociación entre el porcentaje de población urbana de los países y su nivel de renta per capita [Cfr. Alberti, M. , 1994 ]. Lo que a su vez explica, la emigración del campo a la ciudad, dada las espectativas que ésta despierta, aunque buena parte de ella acabe engrosando su cinturón de pobreza.

extraído de http://habitat.aq.upm.es/cs/p2/a007.html.

marea
deseo
metal
cuerpo de carne abotonada
agua
espera
aflicción
lengua dulce por tu espalda
vidrio
azul
valor
de mi y de ti amada
savia
letra
sabor
en la inmensa gloria de tu cama

y desapareces
entre el tenso anclado invierno
glaciar de miedo
de furia
espeso como el tiempo
de huida
de espanto
agraciada la lengua desprendido hielo
chorrea la vida
fuente de misterio
y desapareces
como la vida
como el tiempo
como el amor que te di invadido mi secreto

De nuevo
viajar hacia sí mismo
de nuevo
en furia
cólera gris cielo
en sueño inacabado
en agua
en detrimento
contraídos los dientes
por evitar esa fluidez capaz de delatarse
ignorando la luz
o agazapado entre la tela que construye un pensamiento
de nuevo
siempre inerme ante el espejo.

humo desplazado
apaciguado
el viento su destino
cruel amenaza
humo fruto del temor de las entrañas
encrucijada de metales
fríos
tersos
inquietantes
paradoja interminable
de tu miedo
de mi miedo
de su alcance
trapecistas inexpertos
cobardes…